Las memorias de Tony Blair
Por: Juan Carlos Suárez Revollar
Roman Polanski es uno de los mayores maestros del cine que continúan en actividad. Su obra aborda diversos géneros, desde el horror: Repulsión (1965), El bebé de Rosemary (1968); el policial: Chinatown (1974); el thriller erótico: Luna de hiel (1993); la comedia: El baile de los vampiros asesinos (1967), Piratas (1986); y el drama, con los dos títulos que conforman lo mejor de su filmografía: Tess (1979) y El pianista (2002).
Su último trabajo, El escritor oculto (The Ghost Writer, 2010), es un thriller político, adaptado a partir de la novela The Ghost de Robert Harris. El ex primer ministro británico Adam Lang (Pierce Brosnan) enfrenta un juicio por crímenes de lesa humanidad en Irak; y al mismo tiempo está a punto de publicar sus memorias, pésimamente escritas. Por ello la editorial contrata a un escritor oculto (Ewan McGregor) —personaje de aquella oscura clase de escritores a sueldo cuyo trabajo es finalmente firmado por su empleador, y que son también conocidos como negros literarios— para que las reescriba.
Los evidentes paralelos entre Lang y el otrora primer ministro británico, Tony Blair, permiten a Polanski mostrar su desprecio por éste, al caracterizarlo artificial, ridículo; y lo más claro, como un fantoche de la geopolítica estadounidense. Por eso mismo, El escritor oculto podría catalogarse como un ensayo político o un filme de tesis. Sin embargo, pesa más la pericia del director para que la historia sobrepase al discurso que se pretende transmitir.
El escritor oculto podría catalogarse como un ensayo político o un filme de tesis. Sin embargo, pesa más la pericia del director para que la historia sobrepase al discurso.
El tratamiento visual usa tonos fríos, y un ambiente permanentemente nublado, lluvioso y frígido. A ello se suma el peso del encierro y el atosigamiento por la falta de libertad que viene de parte de guardaespaldas, periodistas y activistas. El permanente peligro y persecución a los que están sometidos los personajes, parecen no poder evitarse, principalmente para el escritor oculto. Ello se agrava al empezar a hurgar entre los indicios de crimen en la muerte de Mike McAra, su antecesor con el manuscrito de las memorias. Se establece, además, de a pocos, puntos en común entre ambos escritores; y se pasa de la antipatía por el primero a su identificación con la causa que éste perseguía y que lo habría llevado a la muerte. Es por eso que el apoliticismo inicial del nuevo escritor oculto va desapareciendo según avanza la trama.
La conclusión que parece dejarnos Polanski es la impunidad que hay, pese a todo, para hombres poderosos como Adam Lang o Tony Blair, esa rancia estirpe de políticos que, en el filme, aparecen por doquier y en casi cualquier bando. Sin dudas, The Ghost Writer es la mejor película de Polanski desde El pianista.
THE GHOST WRITER (El escritor oculto)
Director: Roman Polanski
Título original: The Ghost Writer
Duración: 128 minutos
Países y año: Francia, Alemania e Inglaterra, 2010.
Idioma: inglés con subtítulos en español
Publicado en el diario Correo de Huancayo el 29 de enero de 2011.