Trabajadores, no colaboradores

La palabra “trabajar” es tan rica en significados que también lleva implícito colaborar. Pero colaborar no necesariamente significa “trabajar”, pues su sentido se acerca más bien a aportar: se contribuye con trabajo, pero también con recursos o tiempo. Entregar dineros a una causa es colaborar sin que eso implique trabajar.

El uso de la palabra “colaborador” despelleja de su significado al trabajo como el esfuerzo que desde el inicio de la humanidad las personas han desarrollado para ganarse la vida. Y en el rango jurídico y económico, el reemplazo de ese término quita el sentido que el trabajo ha tenido a lo largo de generaciones: luchas por derechos, represión, muertos y pequeñas victorias que han ido sumando hasta las actuales ocho horas de jornada laboral, la paridad de salarios entre hombres y mujeres o la prohibición del trabajo infantil.

Nadie peleó sintiéndose colaborador. Lo hicieron porque se sabían trabajadores cuyo esfuerzo no era recompensado con justicia. Celebrar un día del “colaborador” en vez del Día del Trabajador niega ese trasfondo de generaciones que enfrentaron a empleadores y políticos para que nosotros disfrutemos de nuestras actuales condiciones laborales. E implícitamente niega nuestro rol de personas que aportan tiempo y esfuerzo para ganarse la vida, y un poco, nuestro propio rol de seres humanos.

(Grabados sobre la huelga de Haymarket, el 1 de mayo de 1886, en cuya conmemoración celebramos el Día del Trabajador).

Obra literaria

Cautivos de mar y tierra (novela, 2017)

Cautivos de mar y tierra de Juan Carlos Suárez RevollarA inicios de la Primera Guerra Mundial, un joven alemán de ascendencia peruana naufraga en su viaje tras los huesos de su padre. Ahí conocerá a Matías Serna, un muchacho al que el destino llevó a vivir condiciones de esclavitud. Juntos se adentrarán en las entrañas de un mundo ajeno a la civilización, en el África Central, huyendo de enemigos gratuitos por una guerra que no es suya. Cautivos de mar y tierra es una novela sobre la lealtad, la amistad, la condición humana y las huellas espirituales de la colonización.

 

«En Cautivos de mar y tierra se profundiza por reflexionar sobre los vaivenes de la condición humana y poner en relieve los grandes problemas que aquejan a la sociedad desde hace siglos».
Pedro Novoa

«Lenguaje impecable y profundo conocimiento de los sucesos políticos y sociales de una etapa de la historia».
Isabel Córdova Rosas

«Una novela que revela a un autor que se sumerge entre hechos reales y ficticios, logrando como pocos una fusión original».
María Teresa Zúñiga