Incendio en el Valle Azul (Acerva Ediciones), la nueva novela de Carlos Villanes Cairo, ocurre entre dos ciudades, donde cientos de personas luchan para salvar a los árboles. Por un lado, seres más bien frágiles —niños y ancianos— enfrentan a los funcionarios municipales que quieren tumbar los árboles de una avenida limeña para construir más estacionamientos. Por el otro, los habitantes de Santa Rosa de Ocopa y las ciudades colindantes, en la sierra peruana, intentan sofocar un gran incendio forestal que amenaza destruir el bosque del Valle Azul.
Los verdaderos protagonistas de la novela son Diego y Marina, dos niños de personalidad fuerte y carácter decidido, quienes parecen inspirar a sus mayores para lanzarse a enfrentar la inexorable destrucción de la naturaleza por causa de una modernidad irracional. Son ellos, además, quienes permiten enlazar los dos escenarios de la novela. Por ese lado, el libro denuncia la práctica de acabar con los árboles para reemplazarlos por infraestructuras de hormigón y concreto en las ciudades y por campos de cultivo en entornos rurales.
A través de Marina y Diego, la novela demarca un entorno preadolescente que entra en colisión con el rígido mundo adulto. Por eso es elocuente su empatía con seres ajenos a ese mundo: los perros —con uno de los cuales hasta parecen poder comunicarse— y los ancianos, quienes más bien ya dejaron de pertenecer a él.
Hay una personalidad colectiva que enfrenta al incendio, que bien podría ser una recreación de los grandes desastres a los que gentes de todas las clases intentan mitigar. E incluso aparece una subtrama policial que resuelve la historia. Sin embargo, lo que mejor se desarrolla en la novela es esa condición de desamparo en que cae Marina desde la pérdida de su casa por causa del incendio. Puede que sea esa la razón para integrarse con los otros niños y, a su vez, que aflore la luchadora que lleva dentro. Mención especial merece el perro Bruno, cuya presencia muestra una sensibilidad especial de los niños para conectar con él. Pero también encarna el valor solidario hacia los animales en situación de abandono que, rescatados, pueden devolver amistad, gratitud y una fidelidad ilimitada hacia sus salvadores.
¿Incendio en el Valle Azul se limita a ser un manifiesto ambientalista? Novelista de larga experiencia, Villanes Cairo se las arregla para construir una narración con personajes que van creciendo y transformándose según el acontecer de los hechos. Ellos son, en el fondo, un puñado de héroes de a pie que, entre esa rebeldía propia de aquellos que luchan por sus ideales, acaban por edificar una sociedad mejor.
Después de muchos libros, Incendio en el Valle Azul es el retorno de Villanes Cairo a la literatura que ocurre en la región peruana de Junín, la tierra donde nació.
“Existen muy pocas novelas de tema ecologista en la región y el país”
Entrevista y fotos: Juan Carlos Suárez Revollar
Conversamos con el escritor Percy Toribio Alvarado sobre su novela El bosque, libro que viene siendo leído por miles de adolescentes de Junín en este año 2018. Nos habló también del proceso de escritura y su método de trabajo. A causa de su apretada agenda, solo pudimos hacer esta entrevista por correo electrónico. Como sus respuestas fueron transcritas por él mismo, se publican tal cual las recibimos.
Tu obra literaria está enfocada principalmente en el cuento. ¿Fue difícil cambiar ese registro por la novela?
No tuve mayores complicaciones toda vez que el cuento y la novela son especies literarias que tiene mucho en común. Claro, como narrador tenía más experiencia en escribir cuentos, y escribir mi primera novela lo asumí como un reto personal. Durante la escritura tuve dificultades en la organización de la historia, toda vez que inicialmente el universo de mi novela era mucho más amplio. Me di cuenta que las historias eran muy dispersas y no aportaban en la unidad temática, así que opté por quitarlos, depurarlos; al hacerlo la novela ganó en unidad pero perdió en extensión.
Cada autor tiene su propio método de trabajo. ¿Cómo es tu proceso de escritura?
En mi caso debo tener la historia construida de principio a fin, una vez que ya tenga la historia muy clara en mi mente, primero elaboro una secuencia de hechos principales, los anoto en orden secuencial para que no sufra cambios y desviaciones durante el proceso de la escritura; los organizo buscando la relación e interrelación entre ellas a fin de que la historia tenga un sentido lógico, este proceso generalmente me demora más tiempo; y sólo cuando este proceso está concluido recién empiezo a escribir.
¿Consideras El bosque una novela corta o un cuento largo?
Es una novela breve, aunque los críticos sugieren que este tipo de textos de extensión breve y que tengan entre 60 a 80 páginas, debería llamarse noveleta. Bueno es un término poco usual, pero eso sería su nombre correcto.
¿Cómo asumes la historia autobiográfica de El bosque? El bosque es una novela autobiográfica, y está basada en una experiencia personal. Cuando era niño, yo vivía en el barrio de Pio Pata; y allí había un bosque de eucaliptos de regular extensión, a ese lugar íbamos a jugar los amigos del barrio, también iba mucha gente a pasar un día de campo en familia, iban también los enamorados, la gente que necesitaba leña para cocinar, en fin, era un lugar muy concurrido sobre todo los fines de semana. Con el correr de los años, la población fue creciendo y alguien decidió convertir todo ese espacio en una nueva urbanización, entonces decidieron cortar todos los árboles de nuestro bosque, no sirvieron de nada las protestas y la oposición de los vecinos, al final este bosque desapareció. Esta experiencia real, me sirvió de base para escribir la novela. La experiencia personal fue vital a la hora de escribirla. Existen muy pocos elementos de fantasía en mi obra.
¿Alguno de los personajes se basa en ti cuando niño?
Sí, el personaje Fede; en el fondo yo soy Fede, y decidí ocultar mi identidad verdadera en el nombre de este personaje.
¿Se podría decir que El bosque es una novela de denuncia?
Sí, en la novela se denuncia el crecimiento urbano que no respeta los espacios de recreación. Denuncia el excesivo crecimiento poblacional que atenta contra los pocos espacios libres que nos quedan y que necesitamos para tener una vida más digna en contacto con la naturaleza. El otro día vi a un grupo de niños jugando con la pelota en una calle muy transitada, estos niños jugaban a la expectativa de los vehículos que transitaban constantemente por esa vía. Eso me llamó la atención, me preguntaba por qué ellos tenían que jugar en ese lugar exponiéndose al peligro; y la respuesta es evidente, ellos no tenían espacios de recreación, no existía un parque cercano para divertirse. Creo que el creciente desarrollo urbano debería considerar estos espacios públicos: parques, jardines, campos de fulbito, etc.
¿El tema central es el cuidado del ambiente? El bosque también aborda la migración y el mestizaje, ¿cómo lo asumes?
Sí, el tema central de la novela tiene que ver con el cuidado del medio ambiente y la necesidad de protegerlo. El tema de la migración también está presente en la novela. Huancayo es una ciudad cosmopolita que ha recibido a lo largo de su historia a muchos migrantes. Esta migración ha originado el desarrollo urbano y el crecimiento poblacional de Huancayo. La migración trajo como consecuencia la necesidad de construir más viviendas en los espacios agrícolas y en los campos donde había árboles. En la novela se describe este problema social. El tema del mestizaje no es muy relevante en la obra.
Salvo Julián Malaver, no hay propiamente antagonistas en El bosque. ¿Era esa tu intención?
Sí para efectos de la historia consideré solo un personaje antagonista, y claro los policías también apoyan a Julián Malaver en su afán de apropiarse del bosque.
¿Qué destacarías de cada uno de los cuatro niños de El bosque?
Los cuatro niños son amigos del barrio, ellos tienen una participación activa en la defensa del bosque. Me hubiese gustado que los niños tengan más protagonismo dentro de la novela, especialmente Fede quien es el personaje principal, en mucho de los casos los niños solo se limitan a ser testigos presenciales. Me hubiese gustado darles más protagonismo a todos, pero consideré que, como niños, la gente mayor finalmente tomaría las decisiones.
¿Cómo interpretarías el rol de Chavo en la novela?
El Chavo está basado en un personaje real. Era un loquito que vivía muy cerca del bosque, este personaje participa en la defensa del bosque con una intención muy clara, quería que el lector aprecie que el loco, a pesar de su condición, también se muestra indignado ante la destrucción del bosque.
¿Es acaso el destino de todo bosque urbano el mismo que en la novela?
Pienso que sí, si las autoridades y el pueblo no toman conciencia en la necesidad de protegerlos, en el futuro otros bosques irán desapareciendo progresivamente al igual que el bosque de mi historia. Considero que el crecimiento de la población es acelerado y cada vez estamos apropiándonos de terrenos agrícolas y espacios forestales para convertirlos en urbanos. Reitero que, si las autoridades y el pueblo no ponen freno a ello, los bosques seguirán desapareciendo en el futuro.
¿Qué diferencias destacarías entre El bosque con otras novelassemiautobiográficas publicadas en Junín en los últimos años?
Existen muy pocas novelas de tema ecologistas en la región y el país, creo que es hora de empezar a abordar este tema dentro de la literatura porque la problemática ambiental exige despertar conciencias, mi novela apunta a ello.
¿Por qué el lector adolescente debería leer El bosque?
Es una novela que llama a reflexión de la necesidad de cuidar y proteger el medio ambiente. En estos tiempos necesitamos despertar conciencias sobre este tema. La literatura cumple una función importante: La denuncia social, a través de mi obra también busco que el estudiante tome conciencia, reflexione sobre la urgencia de proteger el medio ambiente. Los bosques son los pulmones de la humanidad, nos proveen de oxigeno puro; es una de las tantas razones por la que debemos defenderlo siempre.