La búsqueda infinita
Por: Juan Carlos Suárez Revollar
En esta historia existen él y ella. Él (Xavier Lafitte) es un enigmático joven que observa y dibuja en un bloc a todas las mujeres que tiene cerca mientras busca a Sylvia, alguien a quien aparentemente conoció seis años atrás en un bar. El bloc, entonces, se convierte en un diario que registra la busca y la posible elección. Ella, en cambio, no es una, es muchas, porque su representación es más que la mera Sylvia a quien él quiere encontrar. En ese sentido, todas las mujeres se convierten en una hipotética y fugaz Sylvia, diferente la una de las otras, y cuya permanencia depende de la voluntad del observador.
En la ciudad de Sylvia es una sucesión de planos que privilegian, además de la búsqueda imposible, la amplia ciudad francesa que sirve de contexto. Con un estupendo manejo del sonido y la fotografía y unas tomas lentas y efectivas, la película nos convierte en testigos acompañantes de él, el observador.
La historia no se limita únicamente a lo que ocurre con este personaje, sino que también enmarca los sucesos con pequeños hechos, más bien atisbos, sobre cientos de personajes, los extras, que viven e interactúan en una ciudad de ensueños, supeditados todos al inestable punto de vista de él.
En la ciudad de Sylvia es una película de autor muy exigente con el espectador. Deja muchos puntos oscuros mientras nos limitamos a observar la ciudad y a él en una fascinante búsqueda sin posible fin.
EN LA CIUDAD DE SYLVIA
Dirección y guión: José Luis Guerin
Países: España y Francia, 2007
Duración: 84 minutos
Idioma: Francés con subtítulos en español
Artículo escrito para la columna Función Continuada en junio de 2009