Cuando el relato se reduce a su mínima expresión
Juan Carlos Suárez Revollar
El primer libro de Alberto Benza, A la luz de la luna, muestra que es posible configurar toda una historia en un microcuento de apenas unas decenas de palabras, siguiendo las reglas canónicas de la narrativa breve y el cuento. En este nuevo libro se pasa de lo breve a lo hiperbreve. Señales de humo reduce tanto la extensión de cada historia que se corre el riesgo de perder la significación. Y he ahí el mérito del libro. Las microficciones que lo conforman dicen siempre algo, tienen significación y cuentan una historia.
Pertenece a esa clase de ficciones ambiguas, de finales abiertos, que abren multitud de significados afines a su respectivo lector. La fugacidad de la extensión se contrapone con la impresión de la significación que deja: muchas veces imprecisa, en la que apenas se sugiere y se da un mínimo de información. Es tarea del lector descifrar el misterio.
Los integrantes de Micrópolis han comprendido muy bien esa forma de escribir. Cada uno a su modo, cultiva la microficción usando la ambigüedad, en ocasiones, como base de la anécdota. De entre ellos, Benza ha echado mano de este recurso con mayor frecuencia.
Texto leído durante la presentación del libro en Lima.