Crítica de cine: Che el argentino

Símbolos e idealismos del revolucionario

Por: Juan Carlos Suárez Revollar

Steven Soderbergh ha tenido una importante carrera como director, con películas impactantes como Sexo, mentiras y cintas de vídeo y Tráfico, y otras más de bastante interés como su versión de la rusa Solaris, Erin Brockovich y La gran estafa y sus secuelas.

En ese sentido, Che es un larguísimo biopic en dos partes de Ernesto ‘Che’ Guevara, en la primera de las cuales —la que reseñamos ahora— se muestra al revolucionario en acción. Soderbergh alterna una entrevista al Che y un discurso en una asamblea de las Naciones Unidas, años después y en blanco y negro, con la parte más rica, durante la lucha por la toma de Cuba en la espesura de la selva, interactuando con sus lugartenientes, guerrilleros y la población.

Cabe destacar que, a nivel de construcción del personaje —impecablemente interpretado por Benicio del Toro— se ve a un guerrillero correcto y probo, cuyo único deseo (se nos antoja) es ser revolucionario y no precisamente ganar la revolución, aunque una cosa y otra vayan de la mano. Y es precisamente ese su mayor defecto, porque el personaje pierde credibilidad, no se muestra propiamente a la persona que fue, sino a una sustancia suya, más bien de carácter ideal, cuyo único rasgo humano es, quizá, los ataques de asma que no le dejarían hasta el fin de sus días.

Llama la atención la extensión, pero apenas se siente por el buen ritmo narrativo del filme. Y hay que destacar el talento de Soderbergh para dosificar la historia, incluso en los momentos más pesados de doctrina política, alternándolos con episodios de acción que mantienen activa la atención del espectador.

La puesta en escena toma forma periodística en las secuencias en monócromo, cámara al hombro, lo que genera objetividad, y usa tonalidades de gran colorido en la lucha, destacando el ideal de quienes únicamente desean liberar a Cuba, en una guerra que se les hace poco difícil, porque el pueblo y hasta las tropas de sus enemigos desean el cambio, y los vitorean y apoyan, en especial al Che, cuya sola presencia enciende los ánimos y el fervor. ¿Sería por ello que un compañero de armas suyo le propone enjaularlo y pasearlo por toda Cuba como a una atracción de circo?
Con todo, Che es un filme sugestivo y agradable de ver. Esperaremos la segunda parte.

CHE EL ARGENTINO
Director: Steven Soderbergh
Países: Estados Unidos, Francia, España, 2008
Idiomas: español e inglés
Duración: 129 minutos
Actores: Benicio Del Toro (Che), Demián Bichir (Fidel Castro), Santiago Cabrera (Camillo Cienfuegos), Catalina Sandino (Aleida Guevara).

Publicado en Correo de Huancayo, el 14 de marzo de 2009

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